Clo, lo tengo. Ya sé qué proyecto podemos armar este año.
¿Estás lista? No me lo vas a poder creer pero tiene todo el sentido del mundo, y cuanto más lo pienso, más convencida estoy.
Tenemos que seguir con POSTALES A CASA.
Desde el otro día que me tiraste la idea de construir un nuevo proyecto juntas, no dejé de pensarlo. Imaginé alguna secuela de PAC, un nuevo hermano o uno viejo bastardo, pero no logré darle la vuelta hasta que se me ocurrió la respuesta más obvia: sigámoslo.
¿Por qué no nos seguimos mandando postales, aunque estemos de vuelta, aunque donde estemos paradas hoy no se asemeje en absoluto a donde estábamos el año pasado?
Terminamos la facultad, o casi. Empezamos a laburar. Nos vemos a la noche, nos juntamos algún fin de semana y sí, los mensajes de Whatsapp son algo, pero no me son suficientes.
Lo que quiero saber es: ¿cómo estás? ¿Qué sentís respecto a esta nueva etapa? ¿Estás contenta trabajando en una empresa multinacional, a la que vas todas las mañanas aunque no te quede cerca? ¿Te sentís cómoda? ¿Satisfecha? ¿Qué tal fue – y es – este nuevo ciclo en el que estás entrando, un dedo del pie a la vez?
¿Te da miedo?
Contame, que quiero saber. O mejor dicho: escribime. Sé que para hacerlo tenés que desacelerarte de tu ajetreo diario y meterte para adentro. Tipearlo en letras que formen palabras que formen párrafos que te va a tranquilizar, acercándote a ese eje que a veces se te escapa, y te va a servir de centro mucho más que lo que cualquier tipo de meditación podría hacerlo. ¡Te conozco, chiquita! Calmame las aguas de la ansiedad con las palabras lindas que solo vos sabes combinar.
¿Qué importa si no estamos viajando? ¿No estamos viajando siempre en esta vida?
Lo que quiero decir es que te extraño. A mí esto de haber terminado los veintipico de años de estudios obligatorios me agobia desde hace meses. No sabés lo que esperé este momento, o en realidad sí, ya tantas veces lo hablamos. A solo un final de recibirme, no tengo ningún tipo de pudor en decirte que estoy cagada hasta las patas del miedo que tengo. Por primera vez entiendo, no lógicamente, sino que corporalmente la verdad fundamental de la vida de que no tenemos garantías de nada y eso es lo que me asusta.
Estos años de educación formal me ahogaron, al mismo tiempo que me envolvieron, como si hubieran sido un manto y yo un bebé. Nos protegieron de la vida real, de sus posibilidades y de sus riesgos. Haber ido a la universidad fue lo mismo que haber ido al colegio, solo que desde afuera disfraza un poco más de seriedad. No lo dudes, Clo: somos unas pichis.
¿Qué pensás? ¿Te gusta la idea? Decí que sí porque en este momento de incertidumbres esta es una de las pocas cosas que siento que tiene sentido.
Tengo buenos planes. Quiero que esto dure años o al menos un buen tiempo. Sería un registro de nuestras vidas y de nuestra amistad, sobre todo en estos tiempos inquietos. Muchos lectores se van a sentir identificados. Necesito escribir cosas reales y no encuentro mejor forma de hacerlo que escribiéndotelos a vos y escribiéndolos con vos.
¿Sabés que quiero que sea PAC? Que sea honesto, en sus alegrías y logros como en sus decepciones y enojos. Lo quiero todo, y lo quiero sin filtro.
Podemos escribir en formato de cartas, reflexiones, entrevistas o lo que sea. ¡Tantas posibilidades! Subir uno por semana en conjunto o uno por semana las dos. No quiero que quede en la nada, que porque en una semana sumida por la rutina y el trabajo, nos convenzamos de que no hay nada para escribir. Eso mismo es tema para un post: la rutina. Lo cómodo que es caer en ella; su sabor paliativo; o incluso lo novedosa que es, cuando es una rutina es una diferente.
Es un momento crucial el que estamos viviendo y creo que tiene muchísimo potencial creativo. Creo, también, que serviría como una herramienta fundamental para cuestionarnos cada una de las decisiones que tomamos en esta nueva etapa y que no nos permita hacernos las boludas enterrando nuestras aspiraciones bajo la primera oportunidad laboral que consigamos.
Quiero registrar nuestros dolores de cabeza, nuestras hazañas y dudas y entusiasmos. Necesito leer cosas más honestas que las que me invaden en Facebook. Necesito más humanidad cruda.
¿Qué pensás?
Este fue un mail que le escribí a Cloé hace unos meses. Desde entonces, pusimos primera y arrancamos con toda para armar un nuevo PAC. Esperemos que todos los que nos acompañaron en lo que fue la versión 1.0 nos acompañen en esta nueva etapa, y que todos los nuevos visitantes espíen y encuentren un lugar cómodo para sentarse un rato.
Im in querida. ¡Siempre!
Qué lindo lo que construyen negritas! Adelaaante 🙂
Le tengo miedo a tu pauta de “sin filtro” Sharita… ¡Empiecen a escribir que quiero leerlas!
Btw, buen viajee, probablemente en este momento estés sentada en el avión pensando en las próximas creaciones de PAC. ¡Las quiero!
Me convertiré en estampilla virtual para acompañar cada postal………