Demasiados vasos de vino con Coca. Ya estoy un poco borracha – un poco. No sé si es el suelo europeo o qué, pero acá estoy más floja que cuando tenía quince. Es miércoles a la noche, tenemos dos invitadas que nos visitan desde Amsterdam, la panza llena de salmón, paté de salmón (porque ese lindo pescadito nunca es suficiente), quesito, pan y un símil ...
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Las caricias del sol (o San Valentín, edición sevillana)
Por Sharon BorgstromPlaza de España El Huffington Post publicó, en honor al día de San Valentín, un artículo con las siete ciudades europeas más románticas. En la nota, figuraban las nuestras: Sevilla y París. No sé que habrá sido de París – Clo, reportá vos – pero sí puedo hablar de Sevilla: San Valentín vino y pasó sin dejar más rastros que fiestas en su nombre y ...
Sevilla, Sevilla: encantada de conocerte
Por Sharon BorgstromAmamos España, solo eso. Pa’ que quede claro. Querida Clotilde: ¡Estoy en Sevilla! ¡Llegué, al fin! Ya no más estar dando vueltas, al fin puedo estar asentada en un lugar y sentir que es mío. Y no sabés lo que es, no puedo explicarte. Llegamos a la tarde, y solo pudimos salir a investigar a la noche, pero creo que fue lo mejor que pudimos ...
Londres, quiero más
Por Sharon BorgstromLondres no quiere que yo la conozca. Sabía que iba a ir seis días y me mostró lo que ella quiso. Desesperada estoy. Creo que nunca voy a poder conocerla del todo, ni aunque me mudase allá. ¿Soy solo yo la que siente esto, o le pasa a todos? Sospecho que ni los mismos londinenses la conocen del todo. ¿Habrá alguien que la conozca ...
Chau Buenos Aires, Hola Europa
Por Sharon BorgstromHace unos días, en un intento de expresar lo que me pasaba con el intercambio, le dije a un amigo: – Siento que mi vida es un libro, y que se está terminando un capítulo y está por empezar otro. El capítulo que se está acabando se llama Buenos Aires, y el que le sigue, el que está por descubrirse, El Viaje. Y entre ellos ...
La crisis antes de la partida
Por Sharon Borgstrom(Foto de Julia Lillqvist) Tengo un poco de nervios. En once días parte mi vuelo desde Buenos Aires a Madrid. Termino de escribir esa oración, la releo, y me quiero matar. No es extraño que me pase esto: arreglar programas, anotarme en viajes, y que no caiga hasta el último momento posible, que es, claramente, una vez que estoy arriba del avión. Recién cuando piso ...