Desde que tengo memoria mi sueño fue ser escritora.
Siempre llevo conmigo lapiceras, prefiero los libros a muchas otras cosas y no hubo algún cumpleaños o Navidad en el que no me regalaron un cuaderno. Pero el sueño cuesta. Me puso encima un peso que muchas veces me hundió más que motivarme.
Hay años que hacen preguntas y hay años que responden, dice Zora Neale Hurston. Este período de búsqueda que empecé hace tiempo está escupiendo algunas respuestas. Una de ellas —que no me esperaba, porque al final las respuestas son siempre diferentes a las que imaginamos— fue que no me interesaba escribir, o al menos no solo porque sí. Me di cuenta que ni siquiera me interesa viajar solo porque sí, otra de las identidades que me pegué encima con plasticola y que me cuesta dejar de lado.
Lo que necesito más que nada es conectar.
Conectar ideas, personas, palabras. Unir. Estirar la mano y generar espacios donde antes no los había para que broten palabras donde solo había silencio. Ser vulnerables. Repito la importancia de la vulnerabilidad tan seguido porque estoy convencida de que es lo que más necesitamos. Es la llave con la que nos desarmamos y con la que podemos encontrarnos al fin. Tocarnos la mano o mirarnos a los ojos o escucharnos en silencio. Todo menos las barreras que nos separan cada vez más. Quiero ser parte del grupo que construye puentes que unen un continente humano con otro.
Necesitamos más que las salidas de los fines de semana, llegar a fin de mes y saber quién estuvo con quién. Necesitamos hacernos preguntas que nos hagan pensar, que nos permitan conocernos, que nos apuñalen a la realidad de lo que significa estar vivos.
Quiero despertar nuestras propias necesidades, nuestra fuerza. Recordar el poder de decisión que tenemos, de acción, de cómo podemos cambiar las cosas de nosotros mismos y de nuestras vidas que no nos gustan y crear las que sí. Inventarnos una vida como de verdad queremos sin tener que renunciar a ella sin ni siquiera haberla probado porque ‘no se puede’. Quiero perseguir siempre la magia e inspirar a otros a hacerlo también.
Así como le pedí a Clo que escribiera en PAC conmigo, hoy me animo a largarme sola. Les presento a mi nuevo blog: Persigo la Magia.
Voy a publicar un post por día durante 365 días y a compartir una foto por día en instagram persiguiendo la magia, porque no quiero que quede en el abstracto. Quiero mostrar que es es una actitud que se pone en práctica para que se convierta en hábito para que pueda transformar nuestra vida. Muchas veces la mejor forma de aprender es viendo cómo se hace.
Porque eso fue la escritura para mí: un despertar. Conocí y absorbí ideas que influyeron en mi forma de ver la realidad para mejor y que quiero ayudar a compartir. A veces lo que necesitamos es que alguien que nos apunte hacia dónde es la dirección.
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Escribo esto sentada en un avión con luces de neón azules. Mi hermana, a mi derecha, dibuja algunas de las cosas que vimos hoy en nuestra escala de 20 horas en Dubai, con destino final Tailandia. Todos los momentos importantes de mi vida están atravesados por algún avión. PAC mismo nació y termina con aviones.
Que milagro que la de tu derecha no este ya roncando, suele tener un hilo de baba decorando su boca antes de que suene el famoso “por favor mantener el respaldo en posicion vertical y el cinturón de seguridad abrochado”… Buen viaje a las dos, que el camino las sorprenda y que en esas sorpresas encuentren un nuevo sentido! Las quiero y extraño y admiro enormemente! SIII a la magia!!!!
Te quiero Big Sis!!! 💗