Estoy en Buenos Aires sobre el puente de la facultad de Derecho y se avecina una tormenta o un viento huracanado o un 70% de probabilidad de que granice.
Estoy en Buenos Aires y piso pétalos lilas marchitados que se atragantan la avenida.
Estoy en Buenos Aires y en casa está Chiara y a dos cuadras está Emma. Mis sobrinas; dos bebas que se ríen y son el mundo.
Estoy en Buenos Aires pero en menos de 60 días ya no voy a poder decir lo mismo.
*
“¿Por qué Melbourne y no Europa o los Estados Unidos?”
“¿Sirve eso que vas a estudiar?”
“¿Vas a volver?”
A veces no hay muchos argumentos ni respuestas elaboradas. A veces hay solo certezas injustificadas, sensaciones de que algo “está bien” (y eso no es poco para alguien tan racional como yo).
*
Era diciembre, hacía calor y cruzaba Alem. Mi celular me decía que eran las seis de la tarde pero parecían las dos. Me aturdía el verano pero hubiese preferido días más lluviosos; al menos yo me sentía así. Salía de trabajar y ajena a lo que pasaba a mi alrededor le mandaba una nota de voz a T diciéndole que me gustaría irme durante el 2018 a otro país. Me encantaría escuchar ese audio y detectar qué denotaba mi voz; si eran nervios o esperanza. La verdad no lo sé. Pero nunca imaginé que meses más tarde esa frase se iba a materializar en un pasaje sin fecha de vuelta.
*
Me voy a hacer un Máster en Industrias Culturales y Creativas en Melbourne, Australia. Dura dos años.
Listo, lo escupí. Muchas veces me anticipo (o más bien, me atajo) y digo que voy a estudiar “Gestión Cultural”, pero no. ¿Por qué miento si no tengo de qué avergonzarme?
Las industrias creativas son las que se nutren del talento, de la propiedad intelectual. Y en un punto, esa ambigüedad les permite acaparar todos los rubros que son incasillables o que al menos no encajan dentro de las “tradicionales”. Incluye a las editoriales, la música, el diseño, los videojuegos, y un etcétera que nunca fue más acertado.
Más allá de cualquier tipo de definición que pueda llegar a brindar, no sé cuál va a ser la desembocadura de este camino. Pero sí sé que me interesa cómo se expresan las personas; cómo manifiestan lo que imaginan, temen, sueñan. Y el poder impresionante que tiene eso a la hora de unir, más allá del vínculo efímero que se forma hoy por las redes sociales.
Y quiero viajar. Quiero conocer las culturas del Oriente que hace tanto profesan lo que acaba de llegar a través de un eco. Quiero desaprender creencias que parecen dogmas. Sumergirme en un contexto diferente y simplemente ver qué pasa, cómo me siento. Quiero llevarme lo que fuimos reflexionando sobre la valentía, la vulnerabilidad, el valor y amor propio y ponerlo a prueba.
No fue una decisión que firmé desde el primer momento. Sino que la fui masticando y de a poco se fue esclareciendo todo lo que me tiraba para atrás. Es la primera vez que elijo por y para mí.
*
Tiene sentido. Shari también va a comenzar una etapa nueva y aunque al principio me costó entender que nos estábamos despidiendo de PAC, de a poco lo empecé a sentir como una oportunidad.
Pasaron muchas cosas desde que nos fuimos de intercambio. Hasta escribimos distinto. Y hoy Postales es una base segura para ambas. Es casa. Alguna vez escribí que hay una temporalidad que no es casual cuando arranca una etapa nueva, porque muchos procesos confluyen. Y así abrimos puertas nuevas. Paradójicamente, esta despedida es eso. Alguna vez escribí: “de repente coinciden tantas cosas intensas, y aunque esa “casualidad” o encuentro causado por el azar sea totalmente ilógico, a la misma vez tiene todo el sentido del mundo”.
Yo no sé dónde voy a escribir (más allá de mis cuadernos) ni qué proyecto nuevo voy a emprender. Pero esa incertidumbre hoy me entusiasma; es un lienzo en blanco.
*
Viajo el 15 y llego el 18. No sé qué pedazo de mí va a aterrizar en el destino final.
*
Durante muchos meses este fue un proyecto que guardé debajo de la alfombra. No lo comenté por miedo a que se pinchara y porque en algún punto se volvió un tema tabú: hablarlo en mi casa al principio suscitaba desconfianza por lo que iba a estudiar. Y nunca faltaban comentarios como “no te enganches, así volvés” que me molestan terriblemente, porque siento que me disminuyen.
Como flechas, estos miedos terminaban por sacudirme a mí también, entonces preferí resguardarme. Callada, fui amasando el viaje. Y a lo largo de ese período se transformó en algo mío; completé los formularios, rendí un examen, escribí un ensayo y mandé todos los documentos que me solicitaron. Pero llegó un momento en el que a mí me tocó asumir que esto sí estaba pasando y esa fue la primera rotura del viaje en mi día a día. Y me chocó.
*
Pienso en alguna forma “linda” o “especial” de cerrar este post, el último que voy a escribir acá. Pienso que podría decir que estoy feliz, entusiasmada por lo que viene aunque también me muerde el miedo, cada tanto. Pero también pienso en que no quiero prometer, sentenciar, porque lo que se asoma es totalmente desconocido para mí y aunque “no sé” es la frase menos edulcorada que existe, pero hoy es la más correcta.
No sé. Y se multiplica en miles de preguntas que a su vez se transforman en una capacidad infinita de oportunidades.
A eso voy. A no quedarme quieta.
Mucha suerte Cloé!!!!!! Te vamos a extrañar 🙁
Y espero que ese “no se” tan aventurero de hoy se transforme en millones de certezas y en más no sés que te sigan haciendo crecer.
Cloo, celebro que te animes!! Ojalá un día yo también me anime. A no quedarse quieta. Beso enorme y lo mejor para vos, en Australia y en donde sea. Besote
Gracias Ceci!!! Mucha mucha suerte para vos tmb!!!!
Cloclin como diría el Dede, All the best y que siempre la suerte te acompañe!
Ps: Enganchate con el que quieras, que de mamá nos ocupamos después 😉
Love you y estoy super orgullosa de vos!
commonly associated with