A veces es difícil determinar si elijo una palabra porque me atrapa más su sonido o significado. Qué dilema.
En este caso, esta palabra que no termina de definir una única cosa porque pretende ser dueña del fuego, acapara ambas razones.
Una palabra seductora, sin dudas. Me hace acordar al final de una frase de Eduardo Galeano, que dice así: “(…) algunos fuegos no alumbran ni queman, pero otros arden la vida con tantas ganas que no se puede mirarlos sin parpadear, y quien se acerca, se enciende”.
Me gusta mucho esta seccion!
Te extrañooooo!!!