Madrugar con la intención de ir a Brujas, ciudad pintoresca a cuarenta minutos en tren de Bruselas. Tardar dos horas en conseguir un pasaje y ayudar a dos señoras españolas que están en la misma. Recorrer Brujas y tomar el tren de vuelta a las ocho de la noche. Prepararse para una aventura. Sentarse en el piso del tren porque va repleto. Es domingo, es ...