El aeródromo de Lobos Él podría haber sido Mascherano en una cancha de fútbol, en ese partido del que mucho no recuerdo, en Brasil. Yo podría haber sido Sergio Romero, si era él quien recibió sus palabras. Podría haber sido todo eso, pero no. Fue en el aeródromo de Lobos, el primer sábado de septiembre, a la mañana. No tenía la camiseta de la selección, ...